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Mi piel grasa

 

Piel Grasa


La GUÍA DEFINITIVA para ponerle fin

Piel grasa con brillos, granos, puntos negros e imperfecciones, textura irregular, poros abiertos… ¿Te suena?

Probablemente sí y esa sea la razón por la que has llegado a esta página.

Yo llevo años de lucha y no te voy a engañar:

No existen soluciones milagrosas ni cremas todoterreno que acaben con ella.

Eso sí, podemos aprender a cómo tratar la piel grasa y mejorar muy mucho su apariencia.

👉Te voy a enseñar a comprender y actuar sobre este tipo de piel y a elegir los productos para piel grasa que REALMENTE necesitas en cada momento (y no lo que las marcas comerciales quieren venderte).

¿Lo vemos?🧐

Qué es la piel grasa

La piel grasa se caracteriza por un exceso de sebo que da lugar a brillos en todo el rostro.

La textura se engrosa y los poros se dilatan.

Si no se trata con los productos necesarios puede dar lugar a granitos, puntos negros y, en los casos más graves, ACNÉ.

piel grasa que es

 

Causas de la piel grasa

  1. Genética
    Principal causa de la piel grasa. Hay personas que tenemos el «inmenso regalo» de haber nacido con esta tipología de piel desde el nacimiento. ¿La ventaja? Que desarrolla menos arrugas.
  2. Cosméticos inadecuados
    Limpiadores excesivamente astringentes, hidratación con cremas comedogénicas, abuso del maquillaje, falta de renovación y exfoliación de la piel…pueden desencadenar un episodio de piel grasa que derive en acné.
  3. Edad y hormonas
    Es común el desarrollo de una mayor grasitud del rostro durante la adolescencia y los cambios hormonales propios de esas edades. Igualmente, la mujer puede experimentar episodios de sobreproducción de sebo durante la menstruación, menopausia…
  4. Clima
    Los climas húmedos, aunque hacen que nuestra piel permanezca hidratada, sobreestimulan las glándulas sebáceas, dando esa apariencia de cara grasosa. Por el contrario, en un clima seco la piel se deshidrata más fácilmente, pudiendo generar más sebo para protegerla de factores externos.
  5. Alimentación
    No todos los dermatólogos coinciden en que ésta sea una causa de tener piel grasa o con acné. Lo que sí parece claro es que una dieta desequilibrada alta en azúcares y/o grasas saturadas no beneficia a la salud y, en consecuencia, tampoco a la piel.

piel grasa causas

 

Cómo cuidar la piel grasa

Limpieza

El exceso de sebo nos va a obligar a limpiar nuestro rostro día y noche, con independencia de si nos maquillamos o no.

💧 Elegiremos limpiadores faciales que se aclaren con agua y podremos utilizar aguas micelares o aceites para complementar la limpieza.

El objetivo es limpiar suavemente la piel para deshacernos del exceso de grasa, sudor, células muertas e impurezas.

Pincha en la siguiente imagen y te enseño los mejores productos de limpieza para piel grasa que he utilizado 👇 limpiador facial piel grasa

Hidratación

Una vez que hemos limpiado nuestro cutis, toca hidratarlo…

Vamos a elegir texturas ligeras que se absorban rápidamente, combinando ingredientes altamente hidratantes junto con activos seborreguladores y anti-imperfecciones.

❌ Un error común es pensar que la piel grasa no necesita hidratarse 

Recuerda: aportar agua a la piel no te va a generar grasa.

De hecho, es muy común tener la piel grasa y deshidratada a la vez.

Pincha en la siguiente imagen para que te ayude a elegir la crema hidratante para piel grasa que más te conviene en este momento 👇

crema hidratante piel grasa

Exfoliación y/o renovación

Complementar la rutina de limpieza con un exfoliante nos ayudará a estimular la renovación celular y a limpiar los poros en profundidad,  evitando así la aparición de imperfecciones en la piel.

Incluiremos exfoliantes químicos y/o mecánicos, según tus preferencias y necesidades, utilizados de forma semanal o incluso de forma diaria. 

Ácidos como el glicólico o el salicílico te ayudarán a que tu piel se vea mucho más matificada y libre de impurezas. Mucha más información si pinchas en la siguiente imagen 👇 

exfoliante para piel grasa

Para un tratamiento integral contra la piel grasa que necesite una mayor renovación por problemas como los poros dilatados, el envejecimiento o el acné severo, incorporaremos cremas con retinol. 

Son muchos los beneficios de esta molécula, pero hay que introducirla poquito a poco y siendo conscientes de sus posibles efectos secundarios 👇

crema con retinol para piel grasa

 

Rutina facial para piel grasa

Necesitamos establecer una rutina de belleza y tener paciencia.

Elegir un tratamiento adecuado y ser constantes son las claves del éxito. No hay más secretos 🙅‍♂️

Hay personas que cambian de cremas cada semana o, incluso cada día según les parezca. De esta forma nunca sabrán qué es lo que verdaderamente les funciona 

Para ello, y tras identificar nuestro tipo de piel (te ayudo a hacerlo en el siguiente apartado), deberemos elegir los cuidados más adecuados según el estado actual de nuestra piel.

Si pinchas en la siguiente imagen te enseño algunas de las rutinas para piel grasa (con acné, deshidratada, con poros dilatados…) que he probado y me han funcionado:

rutina facial piel grasa

🔄 La piel se renueva cada 30 días aproximadamente.

Si tras este intervalo de tiempo no obtenemos resultados más o menos visibles, tendremos que readaptar nuestra rutina.

Por ejemplo, si notamos la piel reseca, será que los productos que estamos empleando son demasiado agresivos y astringentes. Podríamos optar por reducir o espaciar su aplicación y/o utilizar una crema que reconforte la piel mientras dure el tratamiento.

 

Tipos de piel grasa

Es CRUCIAL saber qué tipo de piel grasa tienes.

La mayoría de páginas o blogs especializados en dermocosmética realizan la siguiente clasificación general:

  • piel seca,
  • piel mixta y
  • piel grasa

Ya te puedo adelantar que esta clasificación es muy deficiente ya que no tiene en cuenta las características de la piel grasa en sus diferentes estados posibles.

👉No podemos combatir de igual forma a una piel que presenta acné y a otra que, aún siendo grasa, presenta síntomas de deshidratación o se descama.

A continuación te presento una clasificación un poco más detallada para que logres identificar tu tipo de piel con mayor exactitud y sepas tratarla para que luzca más sana:

🔶 Piel mixta-grasa normal

Características:
La piel no presenta grandes problemas más allá de la leve sensación de brillos o grasitud en el rostro y/o poros dilatados o sucios, principalmente en la denominada y famosa zona T: frente y nariz (en ocasiones también en las mejillas). Pese al exceso de sebo y apariencia grasosa del cutis, no desarrolla acné o sólo presenta granitos puntuales que se secan rápidamente con las cremas y cuidados habituales.

Necesitaremos:
– Limpiar la piel suavemente (mañana y noche) con un jabón ligeramente astringente que limite la secreción excesiva de grasa y elimine las células muertas.
– Hidratar con productos matificantes oil free y no comedogénicos en formato serum, gel, cremi gel o emulsión (buscaremos activos como el zinc, la niacinamida u otros complejos seborreguladores). Si la piel se resiente o no la notamos lo suficientemente confortable, podemos aplicar una crema más hidratante por la noche.
– Exfoliación física suave una o dos veces por semana.
– Proteger la piel con un protector solar formulado para este tipo de pieles.

🔶 Piel grasa seborreica

Características:
Hablamos de pieles con una gran sobreproducción de sebo en toda la cara que controlar, acompañadas frecuentemente de imperfecciones leves que no dejan marcas (si te dejan cicatrices, pasa al siguiente tipo de piel) . Se trata de pieles MUY grasas que no derivan en acné pero que precisan de activos seborreguladores para mejorar su apariencia y mantener los poros limpios.

Necesitaremos:
– Sanear la piel (mañana y noche) con un limpiador que no sea agresivo. Recuerda que un jabón muy astringente sólo conseguirá resecarla y, en consecuencia, ésta producirá más grasa para intentar mantenerla hidratada.
– Hidratación a base de texturas ligeras y no comedogénicas (las texturas y los ingredientes recomendados para las hidratantes de la pieles mixtas-grasas normales también nos pueden servir en este caso para mantener un adecuado balance entre los niveles de sebo-hidratación).
– Exfoliación química suave y diaria con ácidos como el salicílico o glicólico a baja concentración que limite la actividad de las glándulas sebáceas y evite la formación de espinillas. En caso de ser necesario, también se puede complementar con una exfoliación física semanal.
– Proteger la piel con un fotoprotector formulado para este tipo de pieles.

🔶 Piel grasa con tendencia acnéica

Características:
En este caso, a la hiperseborrea descrita anteriormente, le añadimos una obstrucción de los folículos pilosos, su inflamación y posterior infección a causa de la bacteria Propionibacterium acnes (o P. acnes) que encuentra en la piel grasa un auténtico “caldo de cultivo”. El problema añadido de tener una piel propensa al acné son las cicatrices y marcas que posteriormente quedan. Si tu piel presenta un acné severo o muy severo (hablamos ya de una patología de la piel), recomiendo consultar a un dermatólogo para que te prescriba un tratamiento médico adecuado a tu caso particular.
Necesitaremos:
– Un limpiador facial purificante suave que respete el PH de la piel y no la reseque en exceso (la aplicación sostenida de productos anti acné deshidratan la piel, optemos entonces por una limpieza efectiva que no la agreda desde el principio).
– Hidratantes con activos que seborregulen y mantengan los brillos a raya. Según el tipo de tratamiento dermatológico escogido, será necesario en ocasiones complementar con cremas calmantes y compensadoras de hidratación que repongan las necesidades de agua de nuestra piel.
– Exfoliación química diaria con betahidroxiácidos/alfahidroxiácidos y ácido retinoico/retinol para renovar la piel desde dentro e ir eliminando progresivamente “capas” de la piel, corrigiendo y afinando el grosor de la piel al mismo tiempo. Esto nos ayudará también a disimular y atenuar las posibles marcas que nos hubieran podido quedar. La exfoliación mecánica queda prohibida durante los episodios de acné activo.
– Proteger la piel con un protector solar formulado para este tipo de pieles.

🔶 Piel grasa deshidratada

Características:
Pieles que no retienen bien el agua. Como ya te he comentado, el uso de productos antiacneicos agresivos pueden producir resequedad, una sensación de tirantez en ciertas partes del rostro, sobre todo tras la limpieza. Es lo que se denomina el efecto rebote, consecuencia de usar un tratamiento secante sin mantener un adecuado equilibrio en cuanto a hidratación.
Necesitaremos:
– Limpiadores con unos niveles de detergencia mínimos (por ejemplo, un agua micelar) o limpiadores al agua que contengan activos hidratantes y que respeten el manto hidrolipídico de la piel.
– Cremas hidratantes o geles con activos que capten y retengan el agua (como el ácido hialurónico) así como emulsiones (mezcla agua-aceite) que no sean comedogénicas y ayuden a aportar confort a estas pieles agredidas. Las ceramidas o cremas con aceite de girasol ayudan a aportar elasticidad y restaurar la barrera de este tipo de pieles.
– Exfoliación química muy suave que nos ayude a renovar la piel y mejorar textura sin que se vean afectados los niveles de hidratación.
– Proteger la piel con un fotoprotector formulado para este tipo de pieles.

🔶 Piel grasa sensible y/o con rojeces

Características:
Existen muchos casos en los que los productos recomendados para acabar con la oleosidad del rostro dan lugar a una piel irritada o sensible, que se manifiesta tras la higiene de la piel o durante la aplicación directa de estos cosméticos para piel grasa . No toleran los ácidos a gran concentración porque le producen irritación pero necesitan de cuidados que controlen la cantidad y calidad del sebo.
Necesitaremos:
– Un jabón sin jabón, es decir, un limpiador con una detergencia mínima o con una baja concentración de tensioactivos que se aclare con agua; o bien, un agua micelar que contenga elementos purificantes e hidratantes que ayuden a proteger la barrera de defensa de nuestra piel y la limpie en profundidad al mismo tiempo.
– Hidratantes que contengan moléculas seborreguladoras, exfoliantes y renovadoras suaves (muchas marcas han desarrollado fórmulas que aportan los cuidados necesarios para mantener una piel grasa en perfectas condiciones sin que se vea comprometida). El ácido azelaico puede ser una gran opción.
– Exfoliantes físicos que ayuden a eliminar las capas externas de la piel aplicados 1  vez por semana/cada dos semanas.
– Proteger la piel con un protector solar formulado para este tipo de pieles.

🔶 Piel grasa envejecida

Características:
La gran paradoja de la piel grasa es que insistimos constantemente en eliminar el exceso de sebo, un sebo que es el que mantiene la piel hidratada (como consecuencia, ésta no envejece o envejece menos). Para mantener una piel madura o adulta y grasa en óptimas condiciones habrá que prestar especial atención a los niveles de hidratación (un desnivel en este factor es lo que provoca la aparición de arrugas y líneas de expresión) y exfoliar/renovar con regularidad para potenciar la aparición de una piel nueva y más joven.
Necesitaremos:
– Una limpieza suave que no irrite y que prepare la piel para los tratamientos que aplicaremos posteriormente.
– Hidratantes potentes que mantengan el nivel hídrico de la piel tras la aplicación del tratamiento exfoliante y renovador.
– Exfoliantes químicos -glicólico y salicílico- aplicados a diario y de alta concentración (si tu piel es novata en este aspecto, empieza por una baja concentración y ve aumentándola progresivamente) junto al renovador celular por excelencia: el ácido retinoico y sus derivados cosméticos, retinol, retinalheído…que aportan una mayor tolerancia por la piel, no irritan tanto y suponen hoy en día uno de los mejores cuidados antiedad. Si notamos una pérdida notable de luminosidad, podríamos optar por utilizar también algún serum o ampolla con vitamina c.
– Proteger la piel con un fotoprotector formulado para este tipo de pieles.